Rutinas para payasos: Vendo un huerfanito

Rutinas para payasos: Vendo un huerfanito

Nota: En este diálogo participan tres personas, uno puede ser el maestro de ceremonias, una mujer con un niño y un billete de lotería, el niño puede justificarse con un muñeco en los brazos, y el cómico.

PATIÑO.- (termina de hablar y de saludar) Vamos a continuar con…

CÓMICO.- (entra buscando a alguien) Oiga, señor... Ando buscando a mi amigo... ¿No lo ha visto?...

PATIÑO.- (molesto) Yo no conozco a su amigo; quítese y no interrumpa...

CÓMICO.- Es que necesito encontrarlo... ¿Dígame cómo le hago?...

PATIÑO.- Mire... La cosa es sencilla, busque en la sección amarilla...

CÓMICO.- (avanza unos pasos y regresa) ¿Y si no lo encuentro?...

PATIÑO.- No pierda la pista, compre su boleto y búsquelo en la lista.

CÓMICO.- (vuelve a caminar y regresa) ¡Ayúdeme por favor!...

PATIÑO.- (enfadado) Está bien, con tal de que me deje en paz... Dígame, ¿cómo es su amigo?...

CÓMICO.- (se rasca la cabeza) Pues... Tiene un ojo cerrado...

PATIÑO.- (truena los dedos) Ya sé... Es un pirata...

CÓMICO.- (patalea) No... El fuma pipa...

PATIÑO.- (burlón) Entonces... es un indio...

CÓMICO.- Tampoco... Mi amigo come espinacas...


PATIÑO.- (más burlón) Yo conozco uno que come zacate...

CÓMICO.- (curioso) ¿Es una persona?...

PATIÑO.- (hace mímica) No... Es un burro, como uno que veo...

CÓMICO.- Más burro será usted, y además es un tonto...

PATIÑO.- Pues más tonto es usted, porque yo no perdí a mi amigo... Y ahora aquí lo dejo solo, a ver qué hace... (Sale del escenario).
CÓMICO.- Ba…se enojó, yo que culpa tengo que no me entienda…

MUJER.- (entra cargando un niño y con un billete de lotería en la mano) Oiga, joven, cómpreme este huerfanito…

CÓMICO.- (mira extrañado al niño) Pero será posible… ¿Qué no le da vergüenza vender huerfanitos?...

MUJER.- (sin comprender la equivocación) ¡Y porqué! Si es un trabajo honrado, ándele es el último que me queda…

CÓMICO.- (sobresaltado) ¿Por qué ya ha vendido otros huerfanitos?

MUJER.- (muy sincera) ¡Claro!, ya he vendido como cinco…

CÓMICO.- ¡Válgame Dios!... ¿Y dónde consigue tanto huerfanitos?

MUJER.- (señalando) Por allá, en una casa grandota… ¡Ay bastantes!

CÓMICO.- (se retira de la mujer) ¿Y cualquiera los puede vender?

MUJER.- (lo sigue) No… solamente los que tenemos permiso.

CÓMICO.- (se frena) ¡Hasta para eso hay permisos!... (Se enfrenta a la mujer) Oiga, ¿y hay gente que le compra los huerfanitos?

MUJER.- Hay muchos clientes… Ya hasta tengo mis entregas.

CÓMICO.- (curioso) ¿Y quiénes son sus mejores clientes?...

MUJER.- Pues los oficinistas… y los que pronto se van a casar…

CÓMICO.- (malicioso) Así ya no batallan, ya llevan ganancia.

MUJER.- También los recién casados me compran huerfanitos.

CÓMICO.- Ya me lo imagino, los que no tienen familia por falta de dinero.

MUJER.- Exacto… además, un huerfanito le llena la vida de ilusión.

CÓMICO.- (sentencioso) Pues sí… pero imagínese que un matrimonio lleno de hijos, le compre un huerfanito.

MUJER.- Újule, los matrimonios con hijos son los que más compran.

CÓMICO.- ¡No me diga!... ¿Y no tiene miedo que la metan a la cárcel?

MUJER.- ¿Por qué?, tengo mis papeles en regla y pago mis impuestos.

CÓMICO.- (curioso) Bueno, pero…. ¿y su marido lo sabe?...

MUJER.- (Bien sincera) ¡Uy! Él fue quien me enseñó cómo venderlos…

CÓMICO.- Esto ya no lo soporto… Ahora verá… Policía… Policía…

MUJER.- ¿Qué le pasa joven?... ¿Porqué llama a la policía?…

CÓMICO.- (ha buscado por el escenario) Para que la metan a la cárcel…

MUJER.- (lo detiene del brazo) ¿Porqué?… ¿Pero yo qué hice?...

CÓMICO.- (se zafa de la mujer) Le parece poco andar vendiendo niños…

MUJER...- ¿Cuáles niños?... ¡Está loco!... ¡Yo vendo huerfanitos!...

CÓMICO.- (furioso) Y que ese huerfanito, ¿no es un niño?... (Señala al niño que carga la mujer).

MUJER.- (un poco risueña) No, joven, yo no vendo niños…

CÓMICO.- (sigue señalando al niño) Pero si me ofreció un huerfanito…

MUJER.- (muestra el billete) Es que así se le dice, al último billete de la lotería… ¡Y eso es lo que yo vendo!

CÓMICO.- (todo chiviado por el error) ¡Ah!, billete de lotería… El último que le queda, se le dice huerfanito…

MUJER.- (sincera) ¡Claro!, pues qué había pensado…

CÓMICO.- No, nada… Deme el huerfanito y que le vaya bien…

MUJER.- Tome y mucha suerte… (Le entrega el billete y recibe su dinero) Adiós y mucha suerte… (Sale de escena).

PATIÑO.- (regresa por el lado contrario) ¡Qué pasó!, ¿Y encontró a su amigo?...

CÓMICO.- Sí… era un huerfanito que andaba perdido, y ya me lo voy a llevar… (Se va caminando y extiende el brazo como se llevara algo).

PATIÑO.- (se rasca la cabeza) No cabe duda que hay gente muy loca; dice que lleva un huerfanito y yo no veo nada… En fin, la función tiene que continuar… (Y anuncia lo que sigue).

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